Ni siquiera el sector primario se libra de cómo avanzan las nuevas tecnologías. Son ya muchas y muy avanzadas las tecnologías que se emplean en las explotaciones agrícolas y ganaderas.
Ya podemos encontrar tractores con piloto automatizado y GPS, tener totalmente domotizada una granja, calefacción, alimentación, o toda una comunidad de regantes que a través de un ordenador o teléfono móvil poder controlar los turnos de riego.
Con todas estas innovaciones se están consiguiendo diferentes mejoras en el sector, ya sea en calidad de vida del trabajador o mejoras económicas.
Aunque los avances van despacio, pues en el mundo rural existe una brecha informática amplia, poca cobertura de Internet y móvil en el mundo rural. Aún así, aquí se pueden ver unos ejemplos de estas tecnologías:
- GPS para el ganado
Colocando un sencillo localizador al cuello del animal. Dicho localizador sitúa al animal con una precisión minima de 10 metros y se puede ir consultando por Internet. Con ello se puede aprovechar el pasto sin vigilancia del pastor en parcelas cercadas o en montes lejanos donde pastan libremente sin riegos cercanos.
- Purines gestionados por ordenador
La empresa Sarga a desarrollado una herramienta que permite que mediante centros gestores se ponen en contacto ganaderos de porcino que generan purines con agricultores que lo demandan como fertilizante. El programa localiza granjas cercanas y necesidades estiércol, incluso marcan rutas económicas y rápidas de transporte.
- Riegos al alcance de un clic
Con la modernización de los regadíos se ha conseguido incorporar sistemas informáticos que permiten controlar los sistemas de riego desde cualquier lugar o desde cualquier dispositivo (ordenador, tablet, móvil…) Hay controles individuales o de la comunidad de regantes. Aunque en este ámbito hay muchos sistemas sin homogeneizar y con diferentes lenguajes informáticos. Nos da información sobre agua almacenada, conexión bombas, aviso abrir o cerrar compuertas e aviso de averías.
- Trabajo de precisión
Sensores inalámbricos que gestionan y conocen las condiciones del crecimiento de las plantas desde casa. Dichos sensores combinan catorce parámetros ambientales para el control de riegos.
- Todo a mano con el “smartphone”
Últimamente se han puesto en el mercado app desarrolladas para los profesionales agrarios.
- Control de hierbas desde un avión
Al igual que tenemos los tractores con piloto automático se están haciendo pruebas con aviones no tripulados. Donde no solo se controla el avión sino que también se diferencia zonas de más o menos necesidad de herbicidas o abonos.
Qué puede hacer la tecnología para mejorar el campo
Algunas innovaciones buscan optimizar los cultivos para el uso más eficiente del regadío, la toma de decisiones en tiempo real o anticiparse ante los cambios climáticos
La tecnología tiene múltiples vertientes. El mundo de la agricultura, uno de los sectores más tradicionales de las sociedades, también ha percibido cómo los avances tecnológicos pueden aportar importantes beneficiosos. Y no solo a nivel económico. El empleo de técnicas basadas en el análisis de datos, el uso de drones y el comienzo de la era de la sensorización no ha hecho más que comenzar. Y todo ello puede contribuir a que el campo se modernice. La innovación y la sostenibilidad serán un punto clave para lograr alimentar a los 9.700 millones de personas que se estima habitarán la Tierra en 2050.
Muchos agricultores privados llevan tiempo rascando en las posibilidades de tecnologías ya presentes en el mundo del consumo para fines particulares. Bajo algunos preceptos básicos como la sostenibilidad y el aprovechamiento de los recursos disponibles, el campo ha empezado a integrar sistemas de precisión y mejora de los productos. La idea de «AgroTech» empieza a dar sus frutos. Son muchas las empresas que han bebido las nuevas tecnologías para ofrecer algunos servicios y productos que tienen como objetivo final una mayor optimización de los recursos en los cultivos.
Teledetección y mapas inteligentes
Es el caso de Bioibérica, firma española con sede en Barcelona, que se ha convertido en todo un referente internacional en la llamada «teledetección». Su proyecto es interesante y se centra en el buen aprovechamiento a vista de águila. Mediante una avioneta se recoge información exhaustiva de las parcelas y se plasma, a posteriori, en unos mapas que, en manos del agricultor de turno, permiten disponer de datos relevantes para controlar los cultivos. Para llevar a cabo esta iniciativa la compañía colabora con el CESIC de Córdoba.
Drones para grandes explotaciones
El mundo del campo también ha empezado a utilizar este tipo de aeronaves no tripuladas de manera profesional. Mientras el regulador español aún se encuentra actualizando la normativa en materia de seguridad aérea para adecuarla a los nuevos tiempos, en este sector lleva tiempo planeando sus oportunidades. De ello son conscientes en SmartRural, una «startup» española que arrancó su trayectoria en 2015. Con sede en Valladolid, está especializada en el uso de drones en el mundo vitivinícola. También tiene presencia en otras zonas como Navarra, Toledo, Cádiz, Sevilla o Murcia.
Sondas, Big Data y gestión de explotación vía «app»
Se sabe que los datos son, no solo ahora sino desde hace tiempo, el petróleo del siglo XXI. Desde Orizont, aceleradora agroalimentaria de Sodena Desarrollo de Navarra, apuntan que la instalación de sondas inteligentes en el subsuelo pueden ofrecer datos exhaustivos y desconocidos a simple vista, como la posibilidad de medir el nivel de agua o conocer con exactitud el estado de las plantas, la topografía o la profundidad de un cultivo.
«El propósito de la profundización en analítica debe ser tomar mejores decisiones en los planos operativo, táctico o estratégico, poniendo a disposición de los profesionales la mejor información posible, en el momento preciso, en un formato asequible. Se trata de usar los datos para controlar de forma automática toda la cadena alimenticia, desde el cultivo de las semillas hasta su distribución final, conociendo el estado del producto en cada una de las fases y así poder recoger los datos, procesarlos y utilizarlos de forma preventiva ante posibles sucesos», sostienen desde esta firma a través de un comunicado. Es una propuesta que también ha explorado la plataforma SigAgroAsesor, que permite a los agricultores conocer en tiempo real desde la información pluviométrica, observar la delimitación de las parcelas y consultar fotografías de satélites disponibles en bases de datos públicas.
Control de siembras, campo conectado y trazabilidad
Otra de las posibilidades para crecer en esta transformación digital que afecta a un sector tan arraigado a la tierra y la diosa fortuna viene desde una pantalla y de software específico. Ejemplo de ello es la plataforma desarrollada por Visual Nacert, firma con sede en Rafelbuñol (Valencia), que cruza información de numerosas fuentes para presentar una serie de datos de gran utilidad para el agricultor.
Desde un solo lugar se puede realizar una gestión agrícola más eficiente y rápida. La idea consiste en un espacio de datos agrupados que utiliza tecnología de mapas combinada con diferentes bases de datos. Viene en forma de una aplicación web y para dispositivo móvil, que propone mejorar la eficiencia y aumentar la productividad del negocio agrario. Este software de gestión agrícola optimiza la ejecución de las tareas de campo, la recolección o las compras, entre otros, utilizando para este fin un sistema de mapas interactivos personalizados y análisis inteligente de datos.
Tractores autónomos
Mirando al futuro, algunas iniciativas y proyectos pensados más a largo plazo empiezan a ver cómo tienen madera que cortar en el mundo de la agricultura. La llegada de tractores con sistemas de conducción autónoma ya no es una visión propia de la ciencia-ficción. La firma americana Case IH, propiedad del grupo CHN industrial,presentó el pasado año su tractor autónomo, denominado Case IH ACV.
Se trata de un vehículo de uso agrícula que conserva gran parte de la tecnología convencional del tractor moderno y está equipado con un GPS ultrapreciso, que trabaja con las correcciones proporcionadas. Este tractor se controla a distancia desde una tableta o un PC conectado por WiFi. En el momento en el que recibe las instrucciones se pone en movimiento y se guía con la información recibida a través de sensores láser y cámaras, empleando la tecnología LiDAR.
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